Haz esta receta parte de tu menú para celebrar el mes del amor. El sabor jugoso del pollo queda perfecto con la salsa bechamel y su presentación y facilidad para servir la convierten en una entrada deliciosa.
Preparación
Corta la pechuga en cubos o trozos gruesos (si deseas puedes dorar el pollo con algo de aceite a fuego lento). Reservar.
En un sartén antiadherente derrite la mantequilla a fuego lento, agrega la harina removiendo constantemente, hasta que tenga un tono dorado. A partir de ese momento, agrega leche poco a poco, espera a que se haya absorbido antes de añadir más leche, así evitarás grumos. Añade sal y nuez moscada, continua batiendo hasta que tenga una consistencia espesa, perfecta para cubrir los trozos de pollo.
Ponle los palos de brochetas a cada trocito de pollo y sumérgelo en la salsa para que todo el pollo quede impregnado por el bechamel. Pon las brochetas en un recipiente plano para que se solidifiquen, después refrigéralas.
Bate el huevo en una taza o tazón y coloca el pan molido en otra (así te será más fácil proceder). Toma una brocheta, pásala primero por el huevo y después rebósala en el pan molido, haz lo mismo con las demás. Calienta el aceite en una sartén y fríe hasta que estén muy crujientes.
La consistencia de la bechamel por dentro será cremosa, pero por fuera tendrá un sabor exquisito. Puedes adornar con hojas verdes (espinacas), jitomates y acompañar con salsa catsup.